jueves, 4 de abril de 2013

Quien sabe, nadie lo sabe.

Cuando alguien importante en tu vida se va y sabes que ya no va a volver, lo mejor es escribirle. Aunque no lo vaya a leer nunca. 
Escribir para decir todo aquello que no pudiste decir antes.
Escribir para llenar este puto vacío que te consume día a día.

Escribir para no dejarse los nudillos en la pared.
Escribir tan sólo es una forma de ordenar mi caos. O una huida al dolor.
Sólo se trata de escribir, de expresar, de sacar toda la mierda de dentro que te quema.

No sé, es algo que te perfora, que se te clava muy dentro, igual que una jodida espina. Por muchas fuerzas que le pongas, es una jodida espina que está ahí dentro y por mucho que lo intentes y por muchas fuerzas que tengas, no la puedes sacar. 


Y sí, quizás el tiempo, quizás; 'el tiempo lo cura todo'. Pero, quizás me haya acostumbrado a vivir con ello y forme parte de mi. 



Quien sabe, nadie lo sabe.










No hay comentarios:

Publicar un comentario